martes, 1 de abril de 2014

Cachivaches y material visto en clase

Baquetas


Se utilizan para tocar los instrumentos de percusión. Son varas generalmente hechas de madera con la punta redondeada o acolchada. También las hay de fibra de carbono o de plástico, las cuales duran más tiempo antes de romperse, pero son más caras. 


En percusión clásica, aparte de las baquetas, encontramos las mazas, usadas para el bombo, tambores, xilófonos o el glockenspiel.


También existen las escobillas, baquetas compuestas por varios hilos metálicos, usadas para estilos que requieren un sonido más suave y brillante, como el jazz. 


Hay que aclarar que las baquetas no son un instrumento, sino una herramienta para poder tocar instrumentos de percusión. Las baquetas se diferencian por su material, por su longitud, por su grosor, por tipo de madera y por la forma de su punta. 









Baquetas dobles


Esta técnica sirve para tocar el xilófono con cuatro baquetas a la vez (dos en cada mano). Para ello, la primera baqueta se coloca de forma vertical sobre el dedo corazón y apoyada en la palma de la mano. La segunda se coloca en posición horizontal respecto a la otra, apoyándose entre el dedo pulgar e índice y entre el meñique y el anular. 


Si no se dispone de unas baquetas, se puede practicar con cualquier artefacto rígido y alargado, véase unos palillos chinos o un par de bolígrafos. 









Metrónomo


El metrónomo (del griego μέτρον, metron: ‘medida’, y νόμος, nomos: ‘regla’), es un aparato utilizado para indicar tiempo o compás de las composiciones musicales. Produce regularmente una señal, visual o acústica, que permite a un músico mantener un tiempo constante.



La creación de este dispositivo nació de la necesidad de contar con un instrumento que pudiera definir con precisión la velocidad de ejecución de una pieza musical. Antes de su invención, era habitual que los compositores usaran como velocidad de referencia el pulso medio humano, que en estado de reposo equivale aproximadamente a 80 pulsaciones por minuto.
El metrónomo fue inventado en el año 1816 por el holandés Dietrich Nikolaus Winkel. El compositor alemán Ludwig Van Beethoven fue, en la época clasicista, el pionero en establecer en sus composiciones musicales las marcaciones de los tiempos usando un metrónomo.
Para definir el ritmo al cual debe ser ejecutada una pieza musical, se establece el tiempo de duración de una nota negra. Si quien escribe la composición desea que el movimiento o tiempo sea de una nota negra por segundo, escribirá en la parte superior de la partitura de la obra la indicación "negra = 60", indicando así el número de negras que deben sonar en un minuto. Esto servirá para ajustar el dispositivo a este valor.

Metrónomo mecánicoEl metrónomo mecánico consta de una caja de madera o de plástico y de una varilla metálica que porta una pesa que puede desplazarse a lo largo de la misma. La varilla se comporta como un péndulo invertido de frecuencia ajustable. Cuando la pesa se sitúa cerca de la base, los tiempos son más cortos, mientras que al alejarla de la base el péndulo se mueve más despacio.

En la parte superior de la caja, detrás de la varilla, hay una escala numérica que permite fijar el número de oscilaciones por minuto. La escala abarca desde 40 a 208 oscilaciones o pulsos por minuto. El mecanismo interno que sirve para impulsarlo suele consistir en un muelle helicoidal, tensado mediante un sistema de cuerda manual, que permite al metrónomo funcionar en forma continua de 10 a 15 minutos.






Metrónomo digital electrónicoLos metrónomos digitales cumplen las mismas funciones de los mecánicos, reproduciendo regularmente una señal (acústica o visual). En algunos casos, el aparato incluye un afinador. Tiene algunas ventajas respecto al mecánico, como que puede ajustarse la intensidad de la señal emitida y que el tiempo de funcionamiento no está limitado más que por la autonomía de sus baterías.







Atril


Es un soporte para sostener textos. En música, se usa para colocar partituras o letras para verlas al mismo tiempo que la práctica musical. Tiene varias alturas e inclinaciones, lo que permite ajustar la posición según la situación. 







No os fiéis por su apariencia, abrirlo y cerrarlo es más difícil de lo que parece. 




Batuta



Una batuta es un corto y fino palillo del cual se sirve la mayoría de los directores de orquesta para dirigir una obra.
El primero en usarlo fue Ardeip en 1821. La batuta se sostiene normalmente en la mano derecha, sin importar la predilección motora por una mano u otra de quién esté dirigiendo. La base se apoya en la palma, y los dedos y el pulgar se cierran sobre ella. Se mantiene con el brazo extendido a la altura de la cara, con la punta a la altura de los ojos, apuntando ligeramente hacia la izquierda y hacia adentro.
No se debe sostener con fuerza, pero tampoco con mucha soltura. Para un director, se supone que la batuta es simplemente una extensión especializada de su brazo.
Las batutas vienen graduadas en varios tamaños, y siempre están construidas de tal forma que se distribuye la mayor parte de su peso en la base, sostenida por el director cuando dirige. Lo habitual es que la batuta tenga el mismo tamaño que el brazo empezándose a contar desde el codo hasta el dedo anular, aunque también varía por gustos. Entre los materiales más comunes en su fabricación se destacan la madera (de abedul en algunos casos) y la fibra de vidrio o grafito.



Diapasón

Un diapasón es un dispositivo metálico (generalmente acero) con forma de horquilla, utilizado principalmente como referencia para afinación de instrumentos musicales.
El vocablo deriva del griego διά (diá): a través de, πασῶν (pasón): (de) todas, y χορδῶν (chordón) –implícito–: cuerdas, es decir que se refiere al registro de todas las notas de la voz humana y de instrumentos musicales.
o inventó –en 1711– el músico británico John Shore, sargento trompetista y laudero en la corte, para quien escribieron Georg Friedrich Händel y Henry Purcell.
La razón principal del uso de la forma de horquilla es porque, al contrario de muchos otros tipos de resonadores, el tono que genera es muy puro, cuya mayor parte de energía vibratoria está en la frecuencia fundamental, y poca en los sobretonos. Para usarlo se golpea suavemente o se pellizcan las dos ramas de la U, de manera que aquél comience a vibrar. Como cualquier instrumento musical, el elemento generador casi no emite sonido alguno. Por ello es necesario un elemento de amplificación, para lo cual la parte que no vibra se apoya en la caja de resonancia de algún instrumento o en cualquier superficie rígida.